Un autobús de excursionistas asturianos encalló esta mañana en la entrada del INEF; en el acceso que hay desde la carretera a la playa de Bastiagueiro.
Un par de sus ruedas traseras se quedaron en la tajea de piedra por la que circula el agua cuando llueve, y la parte trasera del autobús se panzó contra la calzada.
La guardia civil y policía local se desplazaron al lugar; pero poco más pudieron hacer que intentar repartir el tráfico que sibía y bajada. Muchos de los vehículos eran camiones y furgonetas de gente que iba a practicar surf.
Hoy no se pudo aparcar…
Intentaron sacarlo de todas las maneras posibles, calzando la rueda con piedras, tablas o lo que fuera. Hubo que esperar a que alguien lograse un calzo ‘de los de verdad’ y un hinchador de ruedas para meter más presión a la rueda trasera y asegurar que alcanzara el suelo para no resbalar para poder sacar el autobús de nuevo marcha atrás.
En fin, otra aventura de esas que hacen las delicias de curiosos mañaneros.