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La Agencia Estatal de Seguridad Aérea informa de manera desfavorable la construcción del Colegio en San Pedro de Nós cuya licitación anunciaba el Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, a primeros de septiembre. No sólo esta licencia sino que el cambio de estrategia afecta a otros 5 particulares. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea cambio su estrategia desde que el Concello ganó en los tribunales a Aviación Civil la supresión de la huella sonora. Si hasta entonces no solía haber problema alguno, desde entonces todos los informes fueron desfavorables. El del Colegio en Nós es la gota que colma el vaso. El Ministerio de Fomento parece decidido a aplicar la «huella» pese a no serle reconocido su derecho a hacerlo en los tribunales de justicia. Y, recordemos, todo el Concello de Oleiros está bajo la influencia del Aeropuerto de Alvedro. La realidad es simple. Y tozuda. Todo vecino tiene derecho a aislarse acústicamente en su vivienda si cierra las puertas y ventanas. Este «aislamiento acústico reglamentario» es el mismo para todos los casos; independientemente de que en el exterior se celebre un botellón, haya una discoteca, una autopista o un aeropuerto. La teoría dice que el que se queja por la discoteca tiene el mismo derecho a hacerlo que el que lo hace por el aeropuerto. Por eso se trazan las servidumbres sonoras del tipo de nuestra huella. En ellas son los aviones los que tienen derecho a hacer ruido y no los vecinos los que lo tienen al descanso. Para evitar que algún propietario de suelo se trate de beneficiar de un valor que no le corresponde, la ley impone un informe «vinculante» obligatorio por parte de aviación civil; que puede dar al traste con las aspiraciones municipales de urbanizar ciertas zonas. No deja de ser enervante que el principal problema que hubo hasta ahora fuese la catalogación como monumento de los jardines de la casa en los que se pretende construir el colegio. Todos esos árboles están allí desde antes de que los coruñeses supiesen lo que era volar. Sobrevivieron al terrible accidente de aviación sucedido en Montrove. En fin: otro problema más; este con más difícil solución. Porque ahora no va a dar marcha a atrás una Agencia Estatal que se dedica, precisamente a velar por la seguridad aérea (y las de los peatones que cruzan por los sitios en donde los aparatos pueden caer) y venir diciendo que después de informar desfavorable ¡un colegio! lo vayan a arreglar con un par de reuniones de despacho con nuestro querido señor alcalde. Que este país es un cachondeo ya lo sabemos todos. Pero eso sería delito…

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