OleirosTV|Editorial:
Un conocido y ahora imputado mafioso pagó a Pablo Cobian gran cantidad de dinero para que su hijo corriera en Kars a todo nivel. Y claro todo eso a cambio de nada por puro amor al deporte. Es posible que salga absuelto por un juez pero no por la gente porque gilipollas no somos.
El dinero nos perturba y nos ciega, es una droga que cuando la pruebas siempre quieres más, independientemente del alto nivel en que te encuentres. Provoca, que todo un ministro, con la vida resuelta, pare con su coche oficial en la cuneta de una gasolinera como si fuera una urgencia sexual.
El dinero hace que el mas torpe de una familia culta, estudiosa y talentosa, enchufado en la política y que llegó a ser diputado, por como funciona este país, y al que le esperaba un prospero futuro de enchufes en organismos oficiales bien remunerados ,lo cambie todo un fajo de billetes que le permitirían seguir un alto tren de vida.
Lo que mas me llama la atención es la gente que sigue y cree a estos personajes. Pepe Blanco caerá bien o mal pero no hay duda que en lo suyo es un hombre habilidoso y con verbo fácil. Pero lo de Cobián llama mas la atención:
¿Qué hace que un grupo de gente preparada y honrada siga incondicionalmente y durante años a un incompetente sabiendo que lo es?
¿Ciegan más las siglas de un partido que una religión?