lo que va a pasar en el CEIDA, en el Castelo de Santa Cruz? ¿O tendrán preparada alguna otra frikada para no dormir?
Espero que este caso sea sólo eso, un caso. Ojalá que a la amiga de la novia no la hayan violado ni lo hagan nunca. Y si fue así, ojalá que este chaval entre en prisión y salga listo para reintegrarse en la sociedad. Porque para eso son las prisiones: para rehabilitar a la gente y no para clamar venganza ni aparcar a los «indeseables».
9 años de prisión por una noche que acaba mal es demasiado. Más incluso que los 18 que les arrearon a nuestros aprendices de terrorista por cargarse un cajero… un cajero automático, me refiero; y que tantas ruedas de prensa levantó ante el único político que nos queda de los que aún son capaces de enfrentarlas.
Después de asistir impertérritos a cómo una manada de chorizos que urdieron (es un decir… lo «urdirían» si fuesen capaces de ello) un plan para enriquecerse a costa de los contribuyentes y que no pararon hasta dejar casi seco un Concello como el de Marbella; se van de rositas… encantados porque «sólo» les han caído 30 meses… (aquel Sandokan de las narices ni siquiera entrará en prisión); la Telegaita nos obsequia con esta demostración de poderío de los derechos civiles.
Una noche de copas que empezó hace más de dos años e iba a acabar demasiado bien, está a punto de terminar… o de empezar, según cómo se mire y si la Audiencia Provincial responde afirmativamente a la petición de 9 años de prisión para un vecino que, presuntamente, mantuvo relaciones a la fuerza con una amiga de su novia (¿?) en la casa que ambos compartían.
El acusado se defiende (el acusado siempre tiene derecho a defenderse) diciendo que la noche fue loca, que ella subió al piso, que durmió en el sofá y que… le provocó. Y puede ser.
Sostiene que de ser cierto lo que cuenta no habría tardado 5 días en presentar la denuncia. Y también puede ser.
También dice que apenas recuerda nada porque estaba profundamente… «dormido». Y también puede ser.
Supongo que la TVG no tendrá el valor de ponernos mañana la declaración de la víctima (o supuesta víctima… por cierto; ¿las víctimas también son «presuntas» víctimas?). Así que con esto nos hemos quedado.
En fin… seguimos con nuestra serie de terror: cada vez que aparece Oleiros en la Telegaita es para echarse a temblar.
¿Vendrán la semana que viene para retratar