OleirosTV...

Pidió la palabra y Diego Calvo no se la concedió… pero vaya si habló. Acusó a la Diputación de ser un mangoneo en el que los alcaldes de los tres partidos «presentables» se reparten los cuartos como si fueran a pagar a escote en la cena de navidad. Las acusaciones de Ángel García Seoane son muy graves. Parece ser que se ha repartido el «remanente» (lo que la Diputación no ha podido gastar: 18 9,2 millones de euros) entre los 63 alcaldes de los tres partidos presentes en la diputación: PP, PSdeG y BNG; dejando fuera a los representados por otras formaciones políticas. Y lo han hecho incorporando esos fondos a todo tipo de «convenios» para evitar que se vea que es un gasto directo por parte de la institución. Una cosa que, además, tiene las narices de llamarse DTC: «Unha Diputación para todos os Concellos»; y que, sumándolo al POS y otras hierbas, llegarán a los 65 millones que Calvo comprometió para los Concellos en 2014. Tanto Oleiros como Ordes o Narón, los tres concellos gobernados por independientes y con grandes poblaciones en la provincia de A Coruña, podrían optar a un buen pedazo de esa tarta. Oleiros exige que esos fondos del «remanente» sean repartidos siguiendo el criterio general; entre ellos, el criterio de población de cada Concello. Hablamos de cientos de miles de euros que, de otra manera, tendrán que salir de los bolsillos de los vecinos. «Alternativos» o no alternativos. Esto no es (o no debería ser) una batalla política entre oleirenses… es que o estamos o no estamos; y uno no puede decir que «es mejor no estar» por muy del PP que se sea. Ángel García Seoane manifestó que los presupuestos se encuentran, en estos momentos, «recurridos». Venía, precisamente, del Registro del Gobierno Civil donde presentó ese recurso contra la aprobación inicial de la modificación presupuestaria que permitía desviar los fondos a esos convenios. De esta manera, tales convenios no se pueden votar. El punto 14 del orden del día de la sesión de hoy era, precisamente, la aprobación de uno de esos convenios; concretamente, con el Concello de Cabanas (PP) para la señalización de los nombres de las calles. Ese fue el momento elegido para pedir la palabra. Diego Calvo cometió un error y se la negó. Quizás el Presidente de la Diputación ya sabía lo que se le venía encima y piense que es mejor dejar que Gelo se «desacredite» a sí mismo. La tribuna del Salón de Plenos de la Diputación no es la tarima del carnaval. A lo mejor pensó: «le dejo berrear un poquito… y luego nos seguimos repartiendo los pastelitos». Las reacciones en la prensa, tanto local como nacional, van desde el «irrumpe» de La Opinión hasta el «interrumpe» en el mismo periódico poco minutos después. La Voz de Galicia habla de «reventar el pleno» y otros medios como el ABC se hacen eco de la noticia de su expulsión de la sala (y del edificio) emitida por EFE una hora después.