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Se ha podido confirmar que el ejemplar que apareció el domingo varado en la Playa de Mera fue alcanzado por una red de arrastre. Otros dos han aparecido en Punta Canide. Uno de ellos tiene un cabo en la boca y ambos están enredados en su cola. Puede ser que los tres hayan sido «pescados» por las redes de arrastre de alguna embarcación; y el temporal los trajo hasta la costa. El de Mera estaba bastante mazado, pero estos dos tiene mejor aspecto. De no ser, claro está, por el anudamiento de sus colas en la red. Es posible que el barco haya cortado la red en cuanto detectó la presencia de los delfines, pero no ha valido de nada por mala suerte. Alguien ha dejado en los comentarios un teléfono de contacto para dar aviso en caso de varamientos: 686989008. Es el número del CEMMA, una ONG Ambiental dedicada al estudio de tortugas marinas y mamíferos. En virtud a varios convenios con la Xunta de Galicia, esta es la organización que se encarga de la asistencia a animales que se quedan varados en nuestras cosas, su estudio y, si es el caso, la recuperación de los ejemplares heridos. Existen medidas que pueden ayudar a escapar a los mamíferos más grandes de las redes de arrastre. Una de ellas es el «trasmallo», con una doble red que «filtra» el tamaño optimo de las capturas dejando que las piezas más grandes puedan escapar. Otros menos técnicos pueden ser las paradas estacionales o las vedas. Sin embargo estos sistemas son más efectivos con los animales migratorios, normalmente, las tortugas; y tienen poca incidencia sobre los mamíferos. Los delfines pueden verse atraidos por los descartes que se evacúan por la borda o por el propio banco de pescado; por las luces del barco o por sistemas luminiscentes que tratan de llamar la atención de las piezas hacia la trampa. Es muy difícil evitar la pesca incidental de este tipo de especies. Pero aún así hay que intentarlo.