Este eucalipto se vino abajo sobre la playa hace varios años. Víctima de un temporal cuando empezaban a llamarse ciclogénesis.
Muchas fueron las peticiones de retirada y muy pocos los intentos de retirarlo.
Ahora por fin, con una nueva semana de retraso por una nueva ciclogénesis de esas, los operarios que trabajan en la construcción del muro que (dicen) sostendrá el planeta tierra sobre nuestras cabezas (o a nuestras espaladas) se lo han llevado junto con otros de sus compañeros.
Eran los que presentaban más peligro de caerse sobre algún pobre paseante desprevenido, victimas del viento, del agua, de la poca firmeza del terreno o de algún conductor despistado.
Ahora que ya no estará, ¿se le va a echar de menos?
A muchos se nos irá la mirada hacia su esquina (¿su tumba?) que ocupó durante los últimos meses. Y ya no podremos hablar de él. Pero lo recordaremos, seguro.
Adios, viejo amigo.
Comienzan las obras del puerto después de mucho tiempo de idas y venidas. Una nueva oportunidad para esa Naval; una joya por descubrir en Santa Cruz.
Melchor Garrido
Por fin ya era hora….