El pasado jueves nos llegaba la noticia del rescate de un marinero cuyo barco había sufrido un accidente frente a la costa del Faro de Mera. Saltó a la prensa, pues como suelen hacerlo estas cosas. Las versiones iban desde un enganche de las artes en el motor hasta la misma inexistencia de motor y que se trataba de una embarcación de remo. Lo que sí es seguro es que el rescate lo realizó otro pesquero que faenaba en la zona; que desplazó al rescatado hasta el muelle de Oza donde una ambulancia lo recogió y lo llevó al CHUAC.
Pero la palma se la lleva el incidente con los socorristas de Mera.
Ya van varios días desde que sucedió: el suceso fue del jueves pasado. Se han cruzado las amenazas, las denuncias ante la Guardia Civil, los denunciados por los socorristas afirman haber sido ellos los agredidos; y ahora, la Corporación Municipal, eleva la denuncia a los tribunales militares: a la Comandancia Militar de Marina… ¿Uy? ¿Acaso los dos «papás» de la moto nº 2… no eran «civiles»? «No sabe usted con quien está hablando… Sr. Agente»
Otra noticia de esas, cuanto menos, extraña, fue la denuncia presentada por un miembro de la Guardia Civil contra una tienda de electrodomésticos. Parece ser que le dieron gato por liebre: le colaron un artículo de exposición como «nuevo» y fue a cambiarlo. Ante la negativa de la tienda lanzó una serie de acusaciones que sí… son todas ciertas: cámaras de seguridad ilegales, faltaba el informe de Consumo sobre las rebajas y se mantenían ficheros de datos sin el permiso de los «fichados». El problema es que ese tipo de prácticas es «demasiado» normal dentro del sector comercial… bien porque existe demasiada reglamentación, bien porque esa reglamentación se desconoce.
El viernes nos desayunábamos con la noticia de que el ramal de Oleiros (la variante que pasa por delante del nuevo Centro de Salud) no abrirá hasta mediados de 2012. Es decir, no se contempla, de momento, la apertura de los tramos que se vayan rematando y se prevé su apertura en conjunto cuando esté totalmente finalizada. Este es un tema de Organización de Obras, que muchas veces está por encima de los interes políticos… y hay que respetarlo. Hacerlo de otra manera provocaría una serie de problemas de los que los técnicos «informarían» a los políticos… pero los ciudadanos no nos enteraríamos hasta que nos tocase padecerlos.
Llegaba también el rechazo de la Xunta a financiar el mobiliario del vivero de empresas de Iñas con fondos FEDER. Tampoco pellizcan los contenedores de Santa Cristina (vaya…) La Voz publicó un extenso reportaje que da cuenta de tijeretazos presupuestarios generalizados por toda Galicia.
Y la lluvia deslució los festejos en Oleiros. Si la falta de presupuesto impidió la colocación de la alfombra floral en A Rabadeira, el mal tiempo obligó a suspender la de Santa María; con lo que la Virgen tuvo que salir a pasear sobre el duro asfalto. En fin… en Mera sin calado y en Oleiros «calados hasta los huesos».