Asistimos a la «Xornada de Portas Abertas» de la nueva Escola de Danza «Antonio Gades»JSQ||CRÓNICA. El pasado jueves se presentó a la gente de la Escola: profesores, alumnos y padres; en un evento, en principio, sin carácter político. No entramos a valorar esa organización: una «inauguración en plazo», a dos meses de unas elecciones municipales, tiene un «carácter político» evidente; que no se puede negar a un candidato (Pablo Cobián) que se presentó «sin haber sido invitado» (no es profesor ni alumno). El caso es que el alcalde García Seoane aprovechó para recordar la falta de apoyo de la oposición (representada por Pablo Cobián, presente en el acto aunque, decimos, «sin haber sido invitado») al proyecto de Auditorio de Bastiagueiro que, en principio, era el que iba a albergar estas instalaciones. No sabemos si el mencionado «reproche» iba ensayado o fue improvisado en el momento de la «aparición»; lo que sí sabemos es que el espectáculo ofrecido poco tuvo que ver con la danza; al menos la que se ensaya en esta Escola.
El sábado se abrió al público. Queda mucho. Quedan incluso un par de meses. La apertura será para el próximo curso. De momento, nuestro bailarines seguirán en A Fábrica.
Pero el edificio es delicioso. Fuera el corsé que impone una «rehabilitación»; el caso de A Fábrica a partir de una antigua fábrica de cerveza. Las tres salas son ámplias y bien ilumindas, con grandes ventanales y claraboyas triangulares en el techo. Los vestuarios son amplios y están perfectamente comunicados con las salas de baile. Llama la atención el suelo de caucho. El edificio prometía por fuera y confirma desde dentro. Su pequeño tamaño propició un nivel de acabado excelente. Lejos de la horterada, el blanco preside todas las salas; y hasta ese suelo rayado polícromo ofrece un elevado grado de elegancia.
Entrevista a Victor Ullate, Director del Centro, en La Opinión…