Se propone resolver el problema de accesibilidad en la Plaza do Exilio desde los soportales elevando la cota de la plaza y haciendo posible la continuidad entre los mismos y la plaza sin diferencia de nivel. Dotando a la plaza con una rampa de acceso desde la acera de la calle.
Con el fin de crear entornos accesibles, eliminar barreras y la no discriminación de personas con discapacidad, se propone construir un Parque Sensorial orientado a la estimulación sensorial a través de colores, olores, texturas y sonidos, fomentando el crecimiento físico, emocional, social y psicológico. Toda la señalización orientada a la explicación de los elementos que se ubican en la plaza, estarán acompañados de esquemas visuales que faciliten su comprensión y escritos en Sistema Braille.
El criterio básico de la organización circulatoria se resume en la idea de minimizar los flujos vehiculares en el entorno, dando prioridad a los recorridos peatonales.
La Plaza do Exilio tiene comunicación peatonal con el centro de salud y las pistas deportivas anexas al mismo. En la misma manzana hay un sendero peatonal que discurre paralelo al río.
Contigua a la Plaza do Exilio, en dirección suroeste, se sitúa una zona verde dotada de un estanque, una zona de juegos infantiles y un parque biosaludable.
En dirección noroeste, se abre una amplia zona verde como lugar de esparcimiento y de descanso.
El frente marítimo es accesible por medio de un paseo peatonal que da acceso a las playas y comunica con el Castillo de Santa Cruz. El conjunto está dotado con la distinción Bandera Azul que otorga anualmente la Fundación Europea de Educación Ambiental.
Los cuatro espacios están separados por vías de diferente intensidad de tráfico. Esta propuesta pretende darles continuidad mediante la instalación de tres pasos peatonales elevados.
