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No sé si vendrá a cuento pero sí que traerá muchos recuerdos. JSQ | OPINIÓN Entre la incredulidad y el cachondeo. Esa era la primera impresión. Después se hicieron eco varios medios de comunicación más importantes… de esos ‘serios’. Lo que parecía una piratada a la página de Ángel García Seoane tomaba, ante nuestro asombro, carácter de realidad. La Casa do Concello de Oleiros; la Casa (con mayúsculas) de Todos (también con mayúsculas) los Oleirenses estaba precintada por la Guardia Civil. La misma Guardia Civil que actuaba presa de un susto morrocotudo tras recibir una llamada telefónica en la que la secretaría de la alcaldía informaba que habían recibido una paquete sospechoso. Incluía un marco con el retrato de Don Juan de Borbón (el difunto padre del Rey) y una fotografía suelta de Don Francisco Franco (el difunto dictador). Incluía tambien un polvo «como de grans de area»… La descripción no podía resultar más sospechosa; y menos aún a menos de una semana de la inauguración del Parque de A Pezoca: su re-bautizo como Don Santiago Carrillo (el difunto, también, padre del comunismo español). Sólo le faltaba el remitente desde Paracuellos del Jarama. La Guardia Civil no pierde el tiempo. Se precintó el edificio y los que están dentro, de momento, se quedan dentro. Cerca de una hora en la que el susto primero fue a más pero luego, poco a poco, fue yendo a menos. Para bien. Hasta quedarse en eso. Por eso, cantamos todos… «Sufre Mamón. Devuélveme a mi chica o te retorcerás entre polvos pica-pica». No se trata más que de uno de esos ‘polvitos’ que suelen acompañar a Don Juan y Don Francisco cuando la gente piensa en Don Santiago. Ahora queda que se descubra (si se puede) a ese bromista defectuoso. Para el análisis de la substancia, hemos creado una especie de porra… regalo especial para el que acierte la química del compuesto.