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«Ahora mismo el chalé en venta más caro de Oleiros tiene un precio de 2.150.000 euros, cuenta con siete habitaciones y cinco baños, spa con cubierta telescópica y un campo de fútbol de hierba artificial.» Con esta perla se despachaba La Opinión de A Coruña un simpático reportaje a mediados de la pasada semana. Al parecer, una treintena de grandes mansiones permanecen a la venta en el Concello de Oleiros por precios superiores al 1.000.000€; algunas desde hace años. La mayoría desde 2011. Hay alguna que salió en aquellos programas televisivos de la burbuja tipo «¿Quien vive ahí?»… Pero a nosotros nos llama la atención la foto y podemos devolver la pregunta con un irónico «¿Quien no vive aquí?». Ya lo soltó el Presidente del Consorcio Metropolitano, Sr. Santiso: «Oleiros para vivir, pero os que non temos cartos vivimos en Abegondo». Eso lo dice todo. Nos da igual por qué los ricos que tuvieron casa aquí quieren venderla. Nos da igual por cuánto. Lo que queremos saber es por qué los que no tenían vivienda (piso, apartamento, caseta…) aquí, siguen sin tenerla todavía. ¿Qué fue de aquellas promociones que, en teoría, quedaron paradas por la «Huella Sonora» y que a día de hoy, casi un año después de la aprobación definitiva del nuevo PXOM, permanecen en el olvido? En Meixón Frío, Santa Cruz, Hacienda retrasó durante años la cesión a la cooperativa Beiramar del 7% de la propiedad de un solar que le correspondía por proceder de fincas «de propietario desconocido». El banco cuyo cartel se cae, literalmente, a pedazos ponía esta condición a la concesión del prestamo necesario para iniciar las obras: 27 viviendas de protección oficial. La explicación «extraoficial» aportada por fuentes conocedoras del tema es que muchos de los cooperativistas que cumplían las condiciones para serlo cuando se promovió la urbanización, no las cumplen ahora para solicitar el préstamo. Las condiciones exigidas de límite de sueldo, ingresos, propiedades; no cuelan ante las nuevas «percepciones de riesgo» impuestas a los bancos. Otro proyecto en la misma urbanización, de 44 viviendas «sociales» de nombre Alto de Santa Cruz, languidece en otro cajón. Su «promotor» es el mismo: General de Terrenos y Edificios perteneciente al Grupo del Banco Pastor, ahora en manos del Popular tras haber sido «fugazmente» el Banco Popular Pastor. Lo comercializa Gesaliseda; aunque su nombre se vino abajo también… no creo que el teléfono exista ya. Da igual… porque no se lee. Alrededor de estos dos, un montón de fincas «individuales» a la venta («¿Quién sabe dónde?»… por seguir con el parafraseo televisivo) para que la gente pueda, además, hacerse su chalet.

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