No es la primera vez que se habla de este asunto. Ya los había… o, mejor dicho, ya los hubo. Porque ya no están ni se les espera.
Por motivos laborales, estoy en Santander (pero vuelvo… no os preocupeis).
Aquí, como sabréis, también hay una Ría… y no es una balsa de aceite, que digamos. Pero para atravesar esa ría, hay algo más que un puente.
El servicio que ofrecen los barcos de Regina, sin llegar al nivel que ofrecen los de Vigo-Cangas, es toda una institución. No estamos hablando de un barco turístico (que también) sino de embarcaciones que compiten en tiempos con el coche particular por precios aún inferiores a los de las Autopistas de Peaje.
Son verdaderos «cercanías» de mar; y son usados por cientos de personas todos los días del año (que, lógicamente, se multiplican en verano pues sus destinos son zonas de playa).
Es una copia exacta de lo que podría suceder aquí.
El trasiego entre Pedreña, Somo y el centro de Santander, a trabajar, a comprar o simplemente a pasear; es contínuo y constante, por lo que no se ve (al menos aquí) esa falta de viabilidad del trayecto.
Somo (el último pueblo al que llega) no es, precisamente tampoco, un lugar de aguas tranquilas. Más bien es un punto de referencia surfera en el norte de España (lo mismo que podría ser Bastiagueiro si se lo propusiera)… así que esa falta de confianza en la seguridad tampoco parece justificada.
Los calados de la zona son ridículos. Con marea baja, la llegada al puerto de Somo (en realidad, una duna) parece un río… y los puertos siempre pueden dragarse. Así que esa falta de calado tampoco puede ser considerada como un impedimento que no se pueda «estudiar» también.
¿Qué nos queda entonces? ¿Por qué aquí vienen los Ministros a prometer estudiar lo imposible?
Hay más «emprendedurismo» en las constructoras y las ingenierías que estarán alrededor del proyecto de la señora Pastor que alrededor de las ideas viables, funcionales y con futuro… con un futuro de construcción de barcos, de explotación de la lámina marina, de la comunicación.
No! Aquí queremos (o deberíamos querer) hormigón… para puentes, carreteras o carriles bici de ida y vuelta. ¿Es ese el «emprendedurismo» del PP? Tampoco parece: Santander está gobernado por ese mismo partido.
Sin pretender sentar cátedra… ¿qué opinais vosotros? ¿cómo lo veis?
Abramos un debate para conocer todas las posturas, a favor y en contra. Los que sepan, que hablen… los demás, opinaremos 😉
Patricia Amado
Estoy totalmente de acuerdo, en Santander (donde voy a menudo) se utiliza la lancha a diario, evitando tener que aparcar en el centro muy complicado al igual que en Coruña e incluso para salir de copas y no tener controles de carretera.,bajar a la playa y evitar las caravanas ir al Puntal, Somo, etc..es mucho más cómodo….