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Ocho alumnos de 3º de ESO del María Casares se van a Tolousse a celebrar que son campeones de matemáticas. Será la final europea del Rally Matemático e Científico sen Fronteiras en el que colabora la Institución Galega de Ciencia y se celebrará el próximo 25 de mayo en la capital «espacial» de Europa. El mérito se comparte con los ganadores en el resto de las categorías: IESs de Vigo, O Barco de Valdeorras, A Pobra de Trives y A Guarda. El «Rally» arrancó hace meses. Las pruebas se celebraron en los centros el mes de marzo, pero… antes tuvo que haber alguien que tuviera la idea de participar. «Oh, capitán… mi Capitán» Ese alguien se llama Consuelo y es profesora de matemáticas. Ya lo era el año pasado cuando realizó la misma hazaña con los chavales de 1º de ESO del Terra de Trasancos de Narón; un Instituto ya veterano en participar en este tipo de pruebas que sirven, además de para enseñar muchas más cosas, también para enseñar matemáticas. Es fundamental dar ese primer paso para poder «enredar» a 8 alumnos (que como muy bien dice Consuelo, tampoco tienen que ser los «chapones»); desafío que les llevó a entrenar durante semanas para poder presentarse a la final autonómica que se celebró el pasdo miércoles en la Facultad de Químicas de Santiago de Compostela. Allí se «enfrentaron» a 4 problemas en tiempo límite de los que harían temblar alguna que otra ingeniería. Porque las matemáticas, como esas otras muchas cosas, son aquello para lo que te sirven. Para empezar para poner el foco en uno de los principales déficit en nuestro(s) sistema(s) educativo(s): el trabajo en equipo. Estas pruebas consisten en resolver problemas con «matemáticas» y entre todos: cada uno aporta lo que sabe, lo mejor sabe hacer. Un «problema matemático» con una dificultad de la que podrían dar fe muchos gestores de equipos. Ellos lo lograron. Ellos irán a Francia. Sus nuevo amigos matemáticos de Vilanova de Arousa y Nigrán (Institutos a los que se «enfrentaban» en su categoría) no. Ese es el resultado exacto. También irá Consuelo. A ver cumplido de nuevo el sueño de 8 de sus alumnos (insisto: no tienen que ser los «chapones») entre los proyectos de cohete que algún día saldrán al espacio. Enhorabuena a los chavales y muchas gracias, Profesora: este años sí vendrá la Copa!