decisión de García Seoane para llevar a buen puerto las negociaciones con los vecinos que hasta ese momento gestionaba la Concelleira de Urbanismo, Mª José Varela.
Será una obra que convierta una de las carreteras con más tráfico del Concello en una verdadera calle. De las más de 350 parcelas, el Concello ya contaba con la cesión de unas 200 en campañas anteriores. Desde octubre del pasado año el proceso se aceleró hasta conseguir casi el pleno.
Ahora se pondrán los terrenos a disposición de la Consellería de Ordenación do territorio e Infraestructuras para comenzar los trabajos de ampliación; que alcanzarán los casi 3 millones de euros.
Esto hará que los vecinos de As Castranelas, Arillo, Lourido, Breixo, Canide y Cabreira; puedan caminar tranquilos por sus aceras. Permitirá que muchas instalaciones puedan ser renovadas y que lleguen otras nuevas que aún no estaban y, en fin, que se pueda llegar a Mera o a Santa Cruz paseando.
Las obras de la ampliación de la AC-173 incluyen también actuaciones en otras zonas; como rotondas en los cruce con la Rúa Marcial del Adalid (Bastiagueiro) y Rúa do Seixo y la eliminación (lo que se pueda) de la curva de As Castranelas, junto a la Casa do Pobo de Dorneda.
Todos coinciden en valorar la predisposición y la instimable colaboración de todos los vecinos; y el buen trabajo de todos los que han conseguido sacar adelante esta importante obra para los vecinos de la zona y para todos los que por un motivo u otro pasan por esa carretera a diario.
354 vecinos de los 356 con frente a la AC-173 entre Santa Cruz y Mera han cedido parte de sus propiedades para ampliar la carretera y poder disponer de aceras.
Sólo dos han puesto peros y ahora se verá si se les esquiva o se hacen cargo por su centa de retranquear sus propiedades.
Un proceso que arrancó hace años pero entró en el debate hace unos meses por una curiosa (y a la vista, sabia)