Somos una web local, eso es evidente. Pero entendemos que los problemas que están debajo de nuestros fuciños afectan a otra mucha gente. Por eso la colaboración es fundamental.
Empezamos por los agradecimientos que intentaremos ordenar cronológicamente.
A las páginas de web de la zona de O Burgo y, sobre todo a enelburgo.es que ya informaba de estos temas cuendo nosotros todavía no éramos ni un proyecto de web. Extensible a todos los vecinos que colaboran con ellos.
A Sergio Paris, trabajador medioambiental incansable, cuya labor ha colocado la costa de Oleiros en el mapa de la ornitología a nivel mundial… por supuesto sin apoyo ni agradecimiento de ningún tipo salvo de los de su propia clase; entre los que tenemos el orgullo de ser aspirantes a, algún día que lo merezacamos, encontrarnos.
A Antonio Sandoval, Ornitólogo Divulgador, colaborador en medios como La Voz de Galicia; con su fina ironía y su aguda visión para pelar los problemas. Muchas gracias por tus prontas y acertadas respuestas a preguntas que no tienen, ni de lejos, el nivel suficiente para llegar a preocuparte.
Al equipo que conforma el Grupo de Recursos Marinos y Pesquerías de la Facultad de Ciencias de la Universidade da Coruña, que recien llegados de un viaje se pusieron en contacto con nosotros para aportar su particular visión.
A Arquitectos sen Fronteiras, que realizan una labor social espectacular con los habitantes de las ‘favelas’ coruñesas en las que están condenados a vivir los esclavos de su color, su raza y su condición social… porque sí: en A Coruña hay racismo, como en Oleiros y como en todas partes. Salvan la ética de nuestras comunidades ‘legales’ gente como Jaime o como Rocío, que sin esperar el reconocimiento por parte de nadie se lanzan a poner la cara delante de ‘los problemas’ para, al menos, ganarse su confianza.
A aquella espectacular iniciativa de A Cidade dos Barrios; y en especial a la actuación que se desarrolló en el barrio de As Xubias para tratar de entender cuándo A Coruña había torcido su cara para darle la espalda a la Ría; había olvidado su cara amable y se había girado hacia el Atlántico salvaje. Aquel ‘paseo’ que se desenvolvió a lo largo de la costa de nadie como el rollo del papel de Scottex lleno de farolitas y barandillas de diseño.
Seguro que se nos queda alguien; pero es que nos hemos intentado poner en contacto con antiguos empresarios de las marisqueras de la Ría, con técnicos de diferentes áreas en los cuatro Concellos, con la Cofraría de Pescadores y con varias asociaciones y particulares que nos fueron comentando unos y otros. Unos declinaron participar, otros aportaron lo que podían aportar, los más nos trataron con absoluto respeto y el resto… pues qué le vamos a hacer.
El caso es que aún falta mucho.
Con todo este despliegue vamos a intentar aportar, en un sólo sitio, los diferentes puntos de vista que hay sobre un problema. Que no es un problema ecológico o medioambiental. Ni es un problema social o laboral. No es un problema de furtivismo o de vertidos incontrolados. Ni de falta de ‘tanques de tormenta’… Nadie salvo los muy metidos en esos temas de ingeniería civil, en todo el mundo conocido, tiene ni la más mínima idea ni oyó hablar jamás de un ‘tanque de tormenta’… y aquí es motivo de discusión el los descansos futboleros.
Existe una feroz intoxicación informativa, fruto de la cantidad de tiempo que lleva el problema ahí… sin que nadie haga nada. Se fueron amontonando las posibles soluciones con las improvisaciones de rueda de prensa. Nadie sabe ya separar lo real de lo inventado.
Pelearemos contra esa intoxicación repitiendo las preguntas una a una… repitiéndoselas a todos uno por uno. Y a ver qué nos cuentan. Porque el problema de la Ría no son los lodos… el problema de la Ría es que no se sabe si los lodos son un problema o no…