OleirosTV...

La Justicia es ciega. A veces también muda y sorda, no lo niego. Pero a nadie le puede sorprender la sentencia que da al traste con nuestra esperanza. La clave es que, cuando un juez juzga, lo que está juzgando es la responsabilidad en unos hechos de las personas que tiene sentadas delante de él: en el banquillo. Cuando un juez juzga, no está juzgando a un violador, no está juzgando a un asesino, ni a un homicida, ni a un delincuente. Realmente está juzgando a un hombre que, además, debe de ser un hombre inocente. Ante el juez se sentaron hace 9 meses tres hombres inocentes. Después de 10 años de instrucción y varios juicios perdidos distribuidos desde Francia hasta las antípodas, los tres hombres sentados frente al juez eran inocentes. Lo único que ha ocurrido ayer es que lo siguen siendo. Nadie ha podido demostrar la «culpabilidad» del Capitán o del funcionario de turno. Mucho menos del jefe de máquinas. Como es lógico. No son culpables de nada. Tan sólo peones en una estructura cuyos pisos superiores están vedados a la justicia… esperemos que de momento. Que salgo un pseudo-político en la TV quejándose de la sentencia es un sinsentido y un insulto a la justicia y a libertad. Es un insulto, incluso, a la política. Pero su reacción es lógica… es explicable: están asustados. Tienen miedo, pánico, pavor… Se sienten acosados, amenazados, incapaces de reaccionar ante la escalada judicial. La policía saca Alcaldes, Concejales, Conselleiros y Diputados esposados de sus casas; camino del juzgado. ¿Será esta la marea negra definitiva? Nunca Mais outro Prestige… Nunca Mais outro responsable escondido nas torres do poder…

Participa en la conversación