las obras fuesen adjudicadas a finales del pasado año.
Uno de los principales escollos para el proyecto fue, sin duda, el espectacular jardín que alberga la finca: multitud de árboles, estanques, caminos, jardines; incluso un embarcadero y un extraño zigurat de referencias esotéricas. El Concello se frota las manos pues con poco trabajo podrá devolverle el «lustre» a tan maravilloso lugar.
Del Zigurat ya no queda rastro. Construido para poder ver A Coruña desde su cumbre, las máquinas se lo llevaron por delante para poder comenzar con la estructura de hormigón de un colegio que en poco más de un año está previsto que arranque con cientos de alumnos. Otra parte tocada es el muro que cerraba la finca. Los árboles sí han sido protegidos adecuadamente.
La montaña artificial, aunque muy popular en aquella época, constituía el único caso que quedaba en pie en toda Galicia. Tampoco sería tanto problema volver a levantarla: planta circular y un graderío de unos 14 metros de altura… ¿quien no desearía algo así en el patio de su recreo?
Por el estilo «Gaudiano», recuerda al Pasatiempo de Betanzos (el jardín, claro está…) muy de moda entre las casas de vacaciones de las familias acomodadas de A Coruña.
Estamos seguros de que los arquitectos del Colexio de San Pedro de Nós tuvieron en cuenta el valor de esta finca a la hora de elaborar este proyecto. Ojalá cuenten con material que permite realizar algún tipo de publicación en recuerdo a su estado original y se ahonde en la búsqueda de la inspiración y las manos que elaboraron estos maravillosos paisajes artificiales en el mismo corazón de un paraíso como era entonces Nós (y, poco a poco, con el cariño de todos… conseguiremos que lo siga siendo).
Una buena iniciativa en un lugar de nuestro Concello del que se cayó el cartel de las fiestas este mismo año… muchos achacan esa circunstancia a que se «diluyó» en cierto modo aquel sabor de pueblo en San Pedro de Nós. Veremos si este tipo de iniciativas (incluyendo la del Colegio) sirven para volver a tejer esa comunidad que nunca debe faltar en todo «grupo humano».
El alcalde, Ángel García Seoane, destacó que, con esta operación, se cumple en parte el deseo de la antigua propietaria que cedió esta finca «a finais do século pasado para a Comunidade».
Con esta nueva compra de suelo, el Concello suma 20.000 metros cuadrados más destinados a parque público. El «trueque» incluye cuatro de las fincas de Canide (por fin!) y más de 85.000€.
Las cantidades se suman a los 300.000€ que el Concello pagó por los 11.000m2 para la construcción del colegio; lo que evitó al final la expropiación y permitió que